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TUESDAY, Nov. 16 (HealthDay News) — Antibiotics may help more children with acute ear infections recover quickly, but the drugs also come with the risk of side effects, concludes a new analysis of previous research.

Between 4 and 10 percent of children experience side effects, such as diarrhea or rash, from antibiotic use, according to the analysis.

“If you have 100 healthy children with an acute ear infection, about 80 would get better with just over-the-counter pain and fever relief — but if you treated all 100 of those kids with antibiotics, you would quickly cure 92 of them. But, the number of children who would benefit is similar to the number of children who would experience side effects like diarrhea and rash,” explained the study’s lead author, Dr. Tumaini Coker, an assistant professor of pediatrics at the Mattel Children’s Hospital and the David Geffen School of Medicine at University of California Los Angeles.

“Parents really have to weigh the risks and benefits of treatment when a child has an ear infection,” she said.

In addition to finding that early prescribing of antibiotics offers some benefit in the treatment of ear infections, the researchers also found that newer, name-brand antibiotics didn’t appear to be any more effective than old stand-bys, such as amoxicillin, which are often generic and less expensive.

“Parents need to know that when a child gets an ear infection, antibiotic treatment might not always be the best option,” said Coker, who is also a researcher at the RAND Corporation, a non-profit research institute. “And, for most healthy children with a newly diagnosed ear infection, we couldn’t find any evidence that newer antibiotics worked any better than older ones.”

Acute ear infection (otitis media) is the most common reason that antibiotics are prescribed for children in the United States, according to background information in the study. The average cost of an ear infection is $350 per child, which ends up costing the entire health-care system about $2.8 billion annually.

The current review, conducted by the Southern California Evidence-Based Practice Center, looked at the diagnosis, management and outcomes of ear infections in 135 studies done from 1999 to 2010 on acute otitis media.

Coker said the purpose of the analysis was “to provide the best evidence for the American Academy of Pediatrics (AAP), since they are revising their guidelines for ear infections in children.”

The new analysis also found that when doctors use an otoscope to look in a child’s ear, the signs of a bulging tympanic membrane and redness are accurate ways to diagnose an acute ear infection.

In addition, the review confirmed what doctors had suspected would happen with the introduction of the pneumococcal conjugate vaccine (PCV7): the number of infections with bacteria covered in that vaccine went down. Unfortunately, ear infections caused by other bacteria increased.

None of the studies reviewed looked at the potential long-term harm of antibiotic use, such as antibiotic resistance, the researchers noted.

Results of the analysis are published in the Nov. 17 issue of the Journal of the American Medical Association.

Experts noted that this review, like many analyzing already published studies, have some inherent limitations.

“The problem with these kind of reviews is that most of the studies are old,” said Dr. Alejandro Hoberman, chief of the division of general academic pediatrics at Children’s Hospital of Pittsburgh. “We need better studies with clearer guidelines on diagnostic inclusion, and more stringent questions about antibiotic use,” he added, noting such research is currently underway.

Hoberman, who’s on the AAP committee for developing new guidelines, said there will be a new focus on improving the diagnosis of ear infections, so that those children who would benefit most from treatment will be the ones who are getting antibiotics.

SOURCES: Tumaini R. Coker, assistant professor of pediatrics, Mattel Children’s Hospital and the David Geffen School of Medicine at the University of California at Los Angeles, and researcher, RAND, Santa Monica, Calif.; Alejandro Hoberman, M.D., chief, division of general academic pediatrics, and vice chair, clinical research, Children’s Hospital of Pittsburgh; Nov. 17, 2010, Journal of the American Medical AssociationMARTES, 16 de noviembre (HealthDay News/HolaDoctor) — Un análisis reciente de investigaciones anteriores concluye que los antibióticos podrían ayudar a más niños con infecciones del oído a recuperarse rápidamente, aunque estos medicamentos también conllevan el riesgo de efectos secundarios.

Según el análisis, entre 4 y 10 por ciento de los niños experimenta efectos secundarios, como diarrea o sarpullido, por el uso de antibióticos.

“Si usted tiene cien niños sanos con infección aguda del oído, cerca de ochenta mejorarán simplemente con un analgésico y un antipirético de venta sin receta, pero si tratara los cien niños con antibióticos, curaría a 92 de ellos. Sin embargo, la cantidad de niños que se beneficiaría es similar a la cantidad de niños que experimentaría efectos secundarios, como diarrea y sarpullido”, explicó la Dra. Tumaini Coker, profesora asistente de pediatría del Hospital Infantil de Mattel y de la Facultad de medicina David Geffen de la Universidad de California en Los Ángeles.

“Los padres necesitan sopesar realmente los riesgos y los beneficios del tratamiento si un niño tiene una infección del oído”, dijo.

Además de hallar que su receta temprana ofrece algo de beneficio para el tratamiento de las infecciones del oído, los investigadores también encontraron que los antibióticos más nuevos con nombre de marca no parecían ser más efectivos que los de siempre, entre ellos la amoxicilina, que tienen versiones genéricas y más económicas.

“Los padres necesitan tener en cuenta que cuando un niño adquiere una infección del oído, el tratamiento con antibióticos no siempre podría ser la mejor opción”, aseguró Coker, también investigadora de RAND Corporation, un instituto de investigación sin fines de lucro. “Además, para la mayoría de los niños sanos a los que se acaba de diagnosticar una infección del oído, no pudimos hallar evidencia de que los antibióticos más nuevos actuarán mejor que los más antiguos”.

La infección aguda del oído (otitis media) es la razón más común por la que los antibióticos se recetan a los niños de los Estados Unidos, según la información de respaldo del estudio. El costo promedio de una infección del oído es de $350 por niño, que le termina costando a todo el sistema de atención de la salud unos $2.8 mil millones al año.

La reseña actual, realizada por el Centro de Práctica Basada en Evidencias del Sur de California, examinó el diagnóstico, la gestión y los resultados de las infecciones del oído en 135 estudios realizados entre 1999 y 2010 sobre la otitis media aguda.

Coker aseguró que el propósito de los análisis era “proporcionar la mejor evidencia para la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP), pues están revisando sus directrices para infecciones del oído de los niños”.

Los nuevos análisis también hallaron que cuando los médicos usaban un otoscopio para examinar el oído de un niño, las señales de inflamación y enrojecimiento de la membrana timpánica son medios precisos de diagnosticar una infección aguda del oído.

Además, la reseña confirmó lo que los médicos habían sospechado que sucedería con la introducción de la vacuna neumocócica conjugada (PCV7): se redujo la cantidad de infecciones con las bacterias que cubre la vacuna. Lamentablemente, aumentaron las infecciones del oído causadas por otras bacterias.

Ninguno de los estudios revisados examinó el daño potencial a largo plazo del uso de antibióticos, como la resistencia a los antibióticos, anotaron los investigadores.

Los resultados del estudio aparecen en la edición del 17 de noviembre de la Journal of the American Medical Association.

Los expertos anotaron que esta reseña, como muchas que analizan estudios ya publicados, tienen limitaciones inherentes.

“El problema con este tipo de reseñas es que la mayoría de los estudios son antiguos”, advirtió el Dr. Alejandro Hoberman, jefe de la división de pediatría académica general del Hospital Infantil de Pittsburgh. “Necesitamos mejores estudios con directrices más claras sobre inclusión diagnóstica sobre el uso de antibióticos”, agregó, y anotó que una investigación de este tipo ya se está realizando.

Hoberman, del comité para el desarrollo de nuevas directrices de la AAP, aseguró que habrá un nuevo enfoque para mejorar el diagnóstico de las infecciones del oído para que aquellos niños que puedan beneficiarse más del tratamiento sean los que reciban los antibióticos.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare

FUENTES: Tumaini R. Coker, assistant professor of pediatrics, Mattel Children’s Hospital and the David Geffen School of Medicine at the University of California at Los Angeles, and researcher, RAND, Santa Monica, Calif.; Alejandro Hoberman, M.D., chief, division of general academic pediatrics, and vice chair, clinical research, Children’s Hospital of Pittsburgh; Nov. 17, 2010, Journal of the American Medical Association